Bienvenidos a este Portal Somos un grupo de Jóvenes Cristianos de Venezuela a los cuales Dios nos ha hecho un llamado y colocado una visión es nuestros corazones para traer una palabra de salvación a nuestra nación y las demás. Nuestra Visión es: Ganar, consolidar y Hacer Discípulos a todos los venezolanos, enseñándoles a guardar todo lo que Jesús nos mando, por medio de grupos en casa donde se nos enseña a Amar y Dar la Vida por Nuestros Amigos Mateo 28:19.20 Juan 15:13

martes, 17 de marzo de 2009

Líderes de Jóvenes invisibles

Seguramente te has topado con ellos alguna vez, quizás no los conoces, pero seguramente alguno de ellos impactó tu vida; es por eso que te invito a que puedas descubrirlos.

Yo he tenido la dicha de tener muy cerca a un líder de jóvenes invisible, ¿por qué invisible? Porque no estaba presente los días sábados cuando me juntaba con las chicas de la célula o no venia conmigo a algún evento de capacitación. Mi líder invisible fue mi abuela Marta. Dios la puso en mi camino para que pudiera conocer a Jesús cuando era pequeñita y aprendí a amar a Dios a través de sus enseñanzas, la lectura de la Biblia, las alabanzas al Señor e ir cada domingo junto a ella a las reuniones en la iglesia. Puedo decir que ella ha sido una mentora espiritual en mi vida, siempre oro por mi, velo por mi sanidad espiritual y material, si también material, pues donaba de su sueldo de jubilada para sostenerme económicamente.

Me asombraba mucho su jovialidad, siempre actualizada y atenta a escuchar la voz de Dios. Fue mi consejera, mi compañera de emociones, mi gran escuchadora, mi confidente.

Yo también tuve una abuela Loida, fue mi abuela Marta, quien me enseño que es mucho mejor estar en los negocios del Padre que malgastar la juventud siguiendo a mis propios deseos. Para ella hablar de Jesús era lenguaje cotidiano, no dejaba pasar ninguna oportunidad para contar las buenas nuevas de salvación a quien se cruzara en su camino, no se avergonzaba del evangelio. Pasaba mucho tiempo orando en la presencia del Señor, y hasta que pudo, lo hacia de rodillas, llevando delante del trono sus gratitudes, sus alabanzas y sus pedidos, una gran mujer de fe.

Sus canas bien blancas y en el ultimo tiempo su movilidad reducida hacían que no pudiera participar en persona de los eventos, pero yo sabia que ella se quedaba en su casa intercediendo por cada detalle. Siempre preguntaba como nos había ido y quería saber como seguiríamos avanzando y creciendo.
Muchas veces ella fue quien nos financio dinero para que pudiéramos organizar eventos, una vez con su maquina de coser, confecciono unos telones gigantescos para un recital al aire libre!!

Puede ser que ahora mismo te des cuenta que tienes a tu alrededor a algunos lideres de jóvenes invisibles. Pasa tiempo con ellos, disfruta de sus enseñanzas y celébralos en vida. Todos necesitamos personas que nos apoyen, nos guíen y nos contengan. Quizás ellos no puedan compartir contigo cada sábado en la reunión de jóvenes, pero si puedan orar por ti, regalarte algún versículo que te inspire, y también, por que no? reprenderte o aconsejarte al tomar alguna decisión.

¿Y ahora que me dices? ¿Conoces o conociste a alguno? Seria bueno que pudieras identificar, al menos uno, y que se lo hagas saber. Dile que lo adoptaras como un “compañero de batalla invisible” y que tomaras tiempo con el, para orar, leer la palabra, conversar, tomar un te, mirar alguna película, lo que sea! Todos necesitamos gente que nos ministre, que nos guíe, que interceda por nosotros!
Mi sugerencia es que puedan sumarlos a sus grupos juveniles, podrías pasarle una lista de todos los chicos, con sus edades, para que oren por ellos, quizás hasta con sus fotos. Y también algún día podrían ir a visitarlo a su casa y merendar juntos! Muchos ancianitos están solos y les gustaría pasar tiempo con los jóvenes. Aquí estarías haciendo un doble trabajo: dándole afecto y compañía a los ancianos y a la vez enseñándole a tus chicos a honrar a los mayores. Además, los ancianitos tienen mucho tiempo libre y los adolescentes también!! Así que podrían invitarlos a invertir tiempos juntos. Por ejemplo, las abuelas podrían enseñarle a las chicas a cocinar o a tejer y coser, y a los varones, los abuelos podrían enseñarles a jugar al ajedrez o leerles libros, ya que muchos han perdido su vista y les cuesta leer.

Mi abu Marta me enseño a soñar grandes sueños, pues Dios es un Dios grande y quiere lo mejor para sus hijos. Cuando comenzamos con Especialidades Juveniles, ella me dijo que el Señor haría una gran obra en medio de la juventud del continente y que Dios nos había juntado a varios amigos para poder cumplir su obra en medio de la juventud, que íbamos a tener luchas, pero que Dios iba delante nuestro, y El ya había librado la batalla, la victoria es nuestra y hoy luego de varios años podemos ver que mas y mas jóvenes son alcanzados con el mensaje de Jesucristo. Las viejas estructuras, legalismos, se están rompiendo, gracias al obrar de Dios en medio de su pueblo, Aleluya! Dios hizo que la abu Marta fuera parte de esta generación que cambiara la historia de la humanidad, ella que no sabia ni como era enviar un e-mail o recibir un fax! Dios le dejo ver que su poder es maravilloso y que puede usarnos a nosotros que somos barro para la extensión de su Reino.

Gracias Abuela Marta por tu ejemplo, gracias por ser parte de este sueño! Queremos y necesitamos mas “lideres de jóvenes invisibles” que se animen a dar saltos de fe y sean audaces para alcanzar a la nueva generación que necesita a Jesucristo en sus vidas!

“Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová”. Levítico 19:32



Fuente:----->>>> Gimena Sánchez Arnau

Reflexiones Cristianas - MI NOMBRE ES LESBIANA, AUNQUE PREFIERO VIVIANA…


Cuando la niña llegó al mundo, más de veinte años atrás, fue la alegría de toda la familia. Esperaban una niña, y vino una niña. Todos agradecieron a la clásica cigüeña el haberles hecho ese hermoso regalo. En seguida, le buscaron un nombre.

Y hallaron un nombre de mujer. Parecía sonoro y singular, exótico y eufónico. El padre y la madre de la niña la anotaron en el Registro Civil de Cauquenes, en el sur de Chile. Y con todo orgullo la llamaron Lesbiana Ampuero Concha.

Claro, con el paso del tiempo el nombre que parecía suave y bonito se convirtió en un término horrible. Y la joven Lesbiana (de nombre nada más), se acogió a las leyes en vigencia en Chile, y cambió su nombre a Viviana. De ahí en adelante lució con orgullo un nombre verdaderamente bonito, femenino, eufónico y poético.

A veces se producen casos singulares con los nombres que se les ponen a los niños. De ahí que haya chiquillos flacos y debiluchos que se llaman Hércules o Robustiano, varones tacaños y avaros que llevan el nombre de Generoso, y otros que son crueles e insensibles y sin embargo se llaman Clemente.

El caso de Viviana Ampuero Concha fue uno especial. No se sabe cómo le cayó encima el nombre de Lesbiana que hoy en día, con la depravación sexual general que sufre la sociedad, es un nombre infamante.

A cambio de nombre, cambio de personalidad. En la Biblia tenemos muchos casos de cambio de nombres para denotar una nueva personalidad y destino. Jacob, que significa «suplantador» o «engañador», fue cambiado a Israel, que significa «Príncipe de Dios». Cefas, que significa «una caña», fue cambiado a Pedro, que significa «roca».

Todos los seres humanos, sea cual sea el nombre que se nos haya puesto en la cuna, llevamos un nombre genérico que nos iguala a todos: «pecadores». Y como pecadores estamos privados de la gloria de Dios.

Pero cuando nos convertimos a Cristo, cuando lo recibimos como nuestro único y suficiente Señor y Salvador, el nombre se nos cambia a «hijos de Dios». Y con el cambio de nombre recibimos una nueva personalidad que es mucho mejor.
Lesbiana, homosexual, sodomita, pederasta, borracho, calumniador, mentiroso, asesino: son todos nombres horribles. Todos ellos pueden ser cambiados. Con Cristo, «¡lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!» (2 Corintios 5:17).

¿Por dónde debo ir?



PARA DONDE IR???
¿Alguna vez te perdiste? Tal vez te fuiste por el sendero equivocado en una caminata con un grupo de adolescentes o quizás simplemente perdiste a tu mamá en un negocio, cuando eras pequeño. Estabas empantanado.
No tenías idea de dónde ir.

Algunas veces enfrentamos situaciones como esa, en otras áreas de la vida.
Tal vez estés tratando de decidir con cuál de tus padres vas a vivir este año.
O podrías estar pensando en cambiar de escuela porque no te llevas bien con tus profesores.
O quizás un amigo te esté rogando que hagas algo que realmente no quieres hacer.
Cualquiera sea la decisión, no sabes en qué dirección ir. Y como tienes temor de elegir la dirección incorrecta, entonces no eliges nada.

Hemos oído que Dios hace que todas las cosas salgan de lo mejor. También sabemos que tenemos que confiar en que Dios cuida de nosotros. Hoy, Santiago (en la Biblia) nos dice que hagamos varias cosas, incluyendo pedirle a Dios que nos dé sabiduría. Él no dice que Dios nos va a decir exactamente qué hacer; en cambio, nos dice que Dios nos da la sabiduría para decidir.

Cuando enfrentamos decisiones difíciles acerca de por dónde ir, no siempre nos resulta obvio cuál es la ruta a seguir. Pero aun así, tenemos que tomar una decisión y confiar que Dios va a estar con nosotros no importa lo que decidamos. ¿Sabes una cosa? ¡Eso es exactamente lo que Dios hace! De manera que, si estás enfrentando una decisión sin ninguna respuesta obvia, no elijas la opción de no decidir nada. Pídele sabiduría a Dios, ¡y luego haz la elección y confía en Dios para que sea la mejor!
Santigo 1:2-5